“Escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una Madre que contempla, siente y llora las llagas de su Hijo martirizado. Una lanza había atravesado el costado de Cristo, y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el alma de María”.

Clásica estampa de la Piedad, en la que la Virgen de las Angustias sostiene el cadáver de Cristo en su regazo. Se trata de una iconografía medieval, al menos gótica e incluso hay alguna representación del tardorrománico en que aparece esta representación de la Virgen con Cristo en su regazo.

La imagen titular primitiva era más bien pequeña, y presidía la capilla del Colegio de la Milagrosa, antiguo Hospital de San Juan de Dios. Fue adquirida en Munich en el año 1.884, fecha en la que probablemente fuera fundada la hermandad, siendo las más joven de las cofradías de Albox. De esta imagen se comenta en un documento aparecido recientemente que al contemplarlaun médico de reconocido prestigio dijo que “anatómicamente no tiene ni un solo defecto”. Desgraciadamente fue pasto de las llamas en el puente de los cinco ojos en el año 1.936.

La imagen actual de la Virgen de las Angustias data del año 1.942, siendo su autor D. Fernando Correa Antúnez. Es de escuela granaina siguiendo los cánones que plasmó en su imágenes José de Mora. Representa a la Virgen al pie de la cruz con la rodilla izquierda hincada en el suelo y apoyado sobre su pierda derecha el cuerpo inerte de Jesucristo. En la fisonomia de la Virgen de las Angustias observamos un patetismo no excesivo, no exagerado, aunque sí grande y silencioso, en una línea iconográfica que, desde luego, no tiene nada que ver con la expresividad trágica de los maestros castellanos. Se trata de una Virgen que mira, con dolor, al Hijo muerto en los brazos.


En cuanto al Cristo que tiene en el regazo, presenta características como el misticismo, patetismo no exagerado, desgarro en la expresión de dolor pero con dulzura, sin llegar a un barroquismo exaltado. La imagen del Cristo es de talla completa, con paño de pureza escultórico, los cabellos están trazado con intensos contrastes de claroscuro, los ojos están semicerrados, la boca entreabierta, la nariz es recta y larga.

En la Virgen, podemos observar diferencias con aquella que esculpiera Miguel Angel. La Virgen de las Angustias actual no es, evidentemente una mujer anciana, ni una adulta que ha alcanzado la madurez. Es, por el contrario, una Madre joven, quizás más joven aún que su propio Hijo, al que sostiene en el regazo. Pero la faz de esa Madre joven ha sido surcada por un gesto de dolor intenso pero contenido, que quiebra su expresión, acentuándose así una nota que define a esta mujer: la inmensa piedad que brota de su expresión, como si, al sostener el cuerpo del Hijo, quisiera volver a transmitirle la vida perdida en la Cruz. Esta expresión de la Virgen de las Angustias es digna de todo un artísta.

Tras la Virgen se alza una cruz de palosanto con remates de rocalla dorados, que porta un sudario de seda bordado con motivos vegetales en oro.

Mencionar que la imagen actual de la Virgen de las Angustias fue restaurada en el año 1.992 por D. Antonio Diaz Fernandez, discipulo de D. Fernando Correa, autor de la misma .

He aquí helados, cristalinos,
sobre el virginal regazo,
muertos ya para el abrazo,
aquellos miembros divinos.