"Y apartándose de ellos como la distancia de un tiro de piedra, hincadas las rodillas, hacía oración, diciendo: Padre mío, si es de tu agrado, aleja de Mí este cáliz: no obstante, no se haga mi voluntad sino la tuya. En esto, se le apareció un ángel del cielo, confortándole."
Grupo escultórico compuesto por Ntro. Padre Jesús en oración y un ángel realizado por el insigne escultor granadino de principios de siglo Fernando Correa Antúnez en el año 1944. Cristo aparece arrodillado, a punto de caer desplomado, su rostro es angustiado y melancólico, es imagen de vestir. También aparece un Ángel de dimensiones naturales, hábilmente representado por el artista, con un bello rostro que no permite determinación sexual por sus rasgos fisonómicos y con impresionante plumaje.
Destaca del conjunto la rica policromía de la imagen de Cristo así como la túnica y alas del ángel en tonos blancos y azulados con franjas doradas.
La escena representa el momento en que el ángel le enseña el cáliz de la pasión y muerte de Jesucristo.
El paso de la Oración en el Huerto ha tenido varias transformaciones a lo largo de su historia desde que en los años 40 se incorporara al Paso Blanco de Albox. En un principio sólo salía en procesión el grupo escultórico formado por el Ángel y la imagen de Cristo, después con el paso de los años, la Cofradía quiso incorporar el grupo de los apóstoles, para así completar el paso que es copia del que hiciera Salzillo para Murcia. Estos apóstoles, incorporados al paso en los años 70, los hizo D. Antonio López Lid, que era profesor de dibujo en el insituto de Albox por aquel entonces y procedía de Valencia. Estas imágenes nuevas no eran talladas en madera, sino que eran de cartón piedra y de mala calidad y de una estética poco adecuada. Por lo tanto, la Cofradía decidió eliminarlos del grupo de la Oración en el Huerto y dejarlo de nuevo solamente con el Ángel y el Cristo. Como anécdota decir, que al trono en el que salían los apóstoles, se le puso el nombre de "Dédalo", en alusión a sus grandes proporciones y porque se trataba de un armazón de madera, decorado con telas de color rojo.
Fue por estos años cuando el desplome del techo del local en el que se guardaba el grupo escultórico, destrozó las alas del Ángel, que fueron sustituidas por las actuales, de mayor dimensión, y se renovó la policromía de ambas imágenes.
El conjunto fue restaurado por el escultor granadino D. Antonio Díaz Fernandez en el año 1991 y presenta el aspecto que se puede apreciar en la actualidad.